¿Qué coño hago aquí?

Como expatriado esta es sin duda la pregunta que más me he hecho durante estos últimos años.

Podría, y de hecho lo hago, preguntarme muchas otras cosas.. ¿qué tal me iría si me hubiera quedado junto a mi familia y amigos? ¿cuántas cosas seguiré perdiéndome en un lugar que no es el mío? ¿ha merecido la pena?. Y sin duda me quedo con la pregunta ¿qué coño hago aquí?

Crecer, esa es la respuesta con la que me quedo. No parar de crecer. Sentimental, laboral, personal y psicológicamente.

¿Nunca os han dicho que ninguna mar en calma hace buenos marineros?

Pues eso. Que con cada tropiezo, cada error o cada fiesta de cumpleaños a la que no puedes ir, te haces un poco más fuerte. Aprendes a gestionar tus emociones, tus pensamientos no te arrastran a ningún sitio donde tú no quieras dejarlos llevarte. Y esto sin duda es algo que el estar lejos de los míos me ha hecho aprender.

¿Qué cosas sin duda he aprendido al vivir lejos de los míos?

A controlar mis emociones. Angustia, soledad, miedo.. son solo ejemplos de lo que puedes vivir a diario, pero justamente eso, el vivirlo a diario te hace manejarlas y controlarlas. Hasta el punto de llegar a ser un experto en ello.

A no echar de menos más de lo necesario. Solo lo justo. La nostalgia era sin duda de las sensaciones más fuertes que he llegado a sentir como expatriado. Los amigos, la familia, los planes o estilo de vida donde creciste. No es fácil, pero al final te adaptas.

Los pensamientos fluyen diferente. Sabes cuándo y cómo pararlos. De alguna manera has aprendido controlar esto. Te conocer mejor a ti mismo sin duda.

Y creo que lo más importante. Aprendes a aprender cosas nuevas. El idioma, la cerveza del lugar, la personalidad de la gente local, los paisajes desconocidos o la gastronomía. Aprendes a disfrutarlo y a vivir continuamente "de viaje". Lo que la gente común solo puede hacer una vez al año. Tú vives conociendo y disfrutando cosas nuevas cada día.

La verdad, mola ser expatriado.